martes, 21 de octubre de 2008

Primera concursante: La cagada

En fins, en fins.. Antes de que nos pille el invierno.. creo que corresponde seguir con el concurso Miss Otoño Desgraciad@. Al fin nos hemos puesto de acuerdo en el premio.

1. Invitación a una cena en un restaurante erótico en nuestra compañía
2. Unas bragas de cada una de las desgraciadas, usadas, pero limpitas. Es decir, que no vale comprar una en los chinos de camino. [Voy a contar un secreto, guardo las bragas con las que perdí la virgnidad. OK. Ya lo he dicho, no sé, es que me he acordado]

Y sin más voy a copiaros el primer y único relato que nos ha llegado para concursar por estos dos increíbles premios...Se llama MARSOPA y su historia comienza así:

La mayor de mis desgracias es la armarización en la que vivo asfixiándome desde que lo supe y el no encontrar valor suficiente para acabar con esto; al menos es algo que, aunque cronificado y calcificado, presenta posibilidad de solución y disolución pues entornada la puerta de mi armario es probable que acabe abriéndola del todo asomándome sin miedo y viviendo lo que hasta ahora me he perdido voluntariamente. Es por tanto una gran desgracia, pero resoluble. Otra desgracia no tan dolorosa como la anterior pero con peor pronóstico es la anorgasmia en la que vivo sumida; sí, soy frígida. Al principio pensé que era algo momentáneo y reversible, consecuencia del tratamiento antidepresivo que seguí durante años (en el prospecto del Prozac lo ponía) a raiz de una raro trastorno obsesivo- compasivo hacia los perros y otros animales de compañía; supuse que era un efecto adverso que acabaría desapareciendo al ir abandonando el tratamiento, pero aquello continuaba y no encontré fundamento alguno que explicara la persistencia del citado efecto secundario. Cavilando sobre la citada disfunción pensé que podría tratarse de un tema hormonal: unos niveles de testosterona por debajo de lo normal, lo cual explicaría, entre otras cosas, la falta de líbido y el desinterés total por el tema, pero entonces ¿cómo explicar lo de mi bigote si no es por un exceso de andrógenos? Era algo fisiológicamente incompatible así que sólo me queda la esperanza de que se deba a un problema psicológico por falta de estimulación y motivación y tenga pronta resolución cuando encuentre a la persona adecuada.
Del tema sentimental ni especifico; el hecho de buscar e ilusionarme con gente desde mi armario, es decir en mi hetero-entorno, implicaba muy pocas probabilidades de éxito y así es como empleé muchos años de mi vida intentando seducir objetivos imposibles (la mayoría de ellos en la actualidad afrontan la maternidad felices junto a sus maridos), aunque era feliz mientras lo intentaba, el romanticismo de lo inalcanzable.
Y ahora la anécdota desgraciá (hay muchas más; en próximos concursos):
Todo empezó una noche del verano pasado cuando un dolor agudo y punzante en el dedo meñique del pie izquierdo me despertó; me lo miré por si me había dado un golpe sin darme cuenta y me tragúe un ibuprofeno para poder descansar pero el dolor no cedía sino que aumentaba, incluso el roce con la sábana me provocaba dolor; se me estaba inflamando y volví a mirármelo por si encontraba restos de alguna picadura (alacrán, avispa...) pero ni rastro.
A la mañana siguiente aquello empezaba a adquirir el aspecto de una cereza madura, apenas podía andar ni calzarme, el cuadro inflamatorio iba empeorando, el dolor era pulsátil y muy intenso ¡Gota Dios mío!, un ataque agudo de gota, imposible, si soy casi vegetariana y no tengo antecedentes familiares.Se lo comenté a mi médica de cabecera y no sé pa qué lo hice si de sobra sé que está completamente chiflada; de hecho cuando le dije que mi dedo parecía un chupachups de Koyak me soltó que estaba padeciendo un cólico nefrítico, vamos que estaba expulsando una piedra por mis vías urinarias; la piedra no la tenía ahí, sino en la segunda articulación del meñique. El dolor llegó a hacerse insoportable a las 24 horas del comienzo del proceso, empecé incluso a marearme. Decidí automedicarme con colchicina aún a sabiendas de sus terribles efectos adversos gastrointestinales: un gránulo cada 15 minutos; horas después ya estaba potando y con diarrea.
Al día siguiente tenía cita en el Centro de Salud para hacerme una analítica; llegué arrastrándome como pude y con un pañal puesto porque me conozco, siempre acabo cagándola. Como de costumbre me desmayé tras la extracción y no, no caí en los brazos de mi querida enfermera de 1,83 que estaba por allí, sino en los de una matrona tetona y oronda que me cogió al vuelo y cuando lo hizo por lo visto le recordé a su hija. Y sí, ocurrió lo que me temía y para lo cual había ido preparada: me cagué, debió relajárseme el esfinter anal durante el síncope; me percaté y salí ciscoteando de allí a la pata coja antes de que se dieran cuenta del pastel que llevaba encima.
Unos días después, ya con el dedo normalizado, fui yo la que me di cuenta que la enfermera alta por la que hubiera hecho cualquier cosa tenía un novio baloncestista, noticia que me produjo otro cuadro gastrointestinal de menor intensidad (en la incontinencia) que el comentado, pero más doloroso en el fondo.
Me gustaría despedirme agradeciendo en especial al trío organizador y patrocinador de este concurso, el habernos brindado la oportunidad de poder expresar situaciones y sentimientos sin cabida alguna en otro tipo de espacios, también mi especial agradecimiento por adelantado a aquellas personas que decidan votarme (sobornadas o no) y contribuyan así a que al menos durante unos días deje de ser una "desgraciá" y viva la ilusión de soñar con la gloria que supondría estar entre los finalistas. Mil gracias a todos.
MARSOPA

viernes, 10 de octubre de 2008

un mal dia

Formar parte de las desgraciadas… es lo que tiene… no se si postearlo en el EQ o en el de las Desgracias, me da que va para el de las desgracias… solo diré una cosa…

Cuando cojo un coche que no es el mío, al que no estoy acostumbrada, lo que temo siempre es la hora de echar gasolina… y como no, algún día me tenia que pasar…
Me dispongo yo de buena mañana, ya con mala ostia por algún que otro pequeño percance que ya he sufrido por la mañana… dejando esto de lado y siguiendo con la historia… descuelgo la manguera, la introduzco en el orificio correspondiente, aprieto el gatillo, y puuuuuuuuuuuuuuufffffffffffffff toda la gasolina fuera, y sobre mi ropa…
He de decir que odio el olor a gasolina, que no me gusta nada, que desde entonces llevo con una sensación de angustia y ganas de potar, increíbles… que no me extiendo mas contando nada, porque estoy pseudo de mala ostia… que lo único que me consuela es que es viernes… porque mas motivos hoy, no tengo, porque encima hay marrones laborables… y que me da que hoy mando a casi todo el mundo a la mierda…

Por cierto, debería de llamar a mi madre, porque esta mañana la he contestado mal… voy a llamarla… (la he llamado… no me lo coge, pero no por que se haya enfadado, eso nunca lo hace… ahora es cuando me preocupo?, porque no coge ni el movil ni el fijo!! Ai mi gorda!!! Donde esta???)