sábado, 9 de abril de 2011

Capítulo VI El amor

--Tengo que conseguir el teléfono de esa chica -- dijo en voz alta la Desgra mientras su vientre se movía cual culebrilla.
--¿Crees que es una buena idea? - le espetó Coquí, dolorida y ridícula con la cabeza vendada - ¡En cuánto te acerques vas a parecer una manca con lombrices!
--Me da igual, he tenido una idea...Si me acerco cantando, pues.. a lo mejor piensa que sólo bailo mal...Eso no es tan grave.
-- ¿Has oído que cómo se baila se folla? O nos deshacemos de la maldición o hasta las bolleras en coma van a salir pitando cuando te vean.
--Ox ¿estás bajo los efectos de la maldición?
--No, la verdad es que no, sólo aburrida, que llevamos toda la noche en urgencias.

--Pues yo... me voy a acercar.

Y más o menos esto fue lo que pasó



--Oh my God! - exclamó Coquí -- Nunca pensé que dijera esto pero... estoy pasando más bochorno que cuando se tira a hacer las flexiones en el suelo del F5.. ¿Ox? ¿Ox?

Pero Ox corría ya por la puerta de urgencias dejando sólo polvo a su paso.

--¡Vuelve, puta, que necesitará a alguien que la consuele cuando le den calabazas!

FightyPussy: Ay, qué graciosa eres, pero puedes parar ya de moverte ¿no?
Desgra: ¿Graciosa? Sí, sí.. toda una cachonda, pero verás es que si paro adiós a mi premio Guiness de los Records por estar convulsionando durante más de 48 horas seguidas.
Fighty Pussy: Quizás puedas seguir convulsionando en mi casa, seguro que tiene su puntito...
Desgra: Verás.. es que estoy cogiendo agujetas, ¿te importa si quedamos mañana?
Fighty Pussy: Como quieras. ¿Sabes qué? No sé por qué, pero me gustas.
Desgra: Desde que te he visto he sabido que serías la mujer que me ataría... las caderas...y el corazón.

Y en ese momento sus ojos se encontraron y comenzaron a besarse, mientras se oyó la voz de Ox, arrastrada de vuelta (literalmente) por Coquí: Buuuu, creo que voy a vomitar. Y así se despidieron hasta el día siguiente, habiendo ya intercambiado sus números de teléfono y algunos fluidos corporales.

Sin embargo, mañana... mañana... en ocasiones puede ser ... demasiado tarde. Aquella noche, noche de luna llena, se iba a abrir una puerta que conduciría a un lado tan oscuro como el más negro de los coños abismos... algo que ni ellas ni nadie podría esperar..

CONTINUARÁ...