martes, 14 de julio de 2009

Capítulo V: El Orgullo



Dedicado con todo nuestro amor y fluidos corporales a SweetMadness, nuestra inspiración.




Un mes más tarde..

Totalmente desesperadas, nuestras tres desgracias tenían la misma vida social que Walt Disney (criogenizado) y estaban planteándose liarse entre ellas de lo salidas que estaban…Desistieron porque Coquí ni siquiera atinaba con el baile de la desgra y tras la sarta de insultos de Ox, te apetecía hacerla cualquier cosa menos follarla. De hecho la Ox lo había intentado por todos los medios: extranjeras sin papa de español, sordas a las que les escondía el sonotone o se lo echaba en el cubata… Vamos, que era una de la imprescindibles en las fiestas de Erasmus y en las residencias geriátricas…

El problema era que … llegaba el Orgullo y ahí sí que no podían faltar, entre otras cosas porque dada la concentración de bolleras por metro cuadrado, había muchas posibilidades de encontrarse con sus exes y quién sabe si acompañadas de esa cuarta persona que había llevado a cabo el hechizo.

Disfrazadas hasta las trancas con las caretas de Disney, allá que fueron convertidas en Filthy Butterfly, Poison Tongue y Stommach Girl. Para estar más seguras aparecieron convenientemente ataviadas. A Ox le colocaron un bozal, para ver si así no se le entendía las crueldades que soltaba cada vez que veía a alguna moza de buen ver. A Coquí le pusieron camisa de fuerza, y a la Desgra una faja para disminuir las embestidas de su barriga.

Allá fueron. Ox bebía con una pajita a través del bozal, y desgra le daba pequeños sorbitos a Coquí, para que no se deshidrataran viendo las carrozas. Intentaban pasar desapercibidas y no, no lo conseguían y menos aún cuando pasó la carroza de Fangoria. Alaska con los ojos tan abiertos como sus piernas, no daba crédito a lo que veía. Ipsofactada por aquellos looks, mandó a sus gogós a que subieran a aquellas tres anónimas a su carroza. Desde allí arriba veían todo y así fue cómo Ox vio a sus tres exes, juntas pero no revueltas, y a una cuarta figura, a la que no pudo distinguir bien. Sin embargo por más que lo intentó ninguna de las otras dos desgraciadas conseguía entender sus gemidos desesperados acompañados de mímica. Con un pintalabios escribió en la espalda de un marica: “Nuestras Exes, abajo, entre la gente”. Coquí totalmente frustrada con su camisa de fuerza, hizo un salto mortal y se lanzó de cabeza al público, como si de un concierto de heavy se tratara. Menos mal que llevaba un gorro de bollera que había comprado a un chino y que amortiguó el golpe.

Así que ese Orgullo lo pasaron en Urgencias, sin la camisa de fuerza para que el hospital no denunciara a nadie por malos tratos. Se agarraba la cabeza dolorida, cuando una extraña se le acercó y le dijo:

-Joe…. ¡¡cuánto tiempo llevas hablando por el movil!! –dijo al ver a Coquí tapándose los oídos con las manos por el dolor.
-No, coño, que no lleva movil, es que se ha pegado un ostión en tol jeto – le explicó la Ox


-Moooola – dijo la desconocida. Yo he venido a ver si pillo algo de suero y así me ahorro el tener que comer. Pensaba mezclarlo con los cubatas. Buena idea, ¿qué no?
Y en ese momento, el suelo comenzó a temblar muy levemente, casi imperceptible
-Ostiá…. ¿alguien tiene puesto el vibrador del movil?
-No…me da que no es eso – dijo Coquí, mientras ella y Ox miraban a Desgra…que intentaba camuflar los espamos de su vientre…¡¡¡ TE PONE!!
-Como no me va a poner… si tiene los ojos.. fabulosamente verdes.. – dijo en voz baja susurrándoles al oído.
-¿Cómo te llamas?
-Pues me llaman Fighter Pussy, o lo que viene siendo.. “Coñito Peleón”
-¿Coñito pelón? ¿Vas rasurada?
-Noooo, “PE-LE-ÓN”, como el vino. Bueno, encantadas, me voy a seguir recolectando suero.
-Tenemos que buscar una solución a nuestro problema ¡YA!
-Ay, desgra… mira que si te has enamorado…
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CONTINUARÁ…




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