Sobos por aqui, sobos por allá

Este fin de semana he descubierto que las mujeres no saben qué hacer para sobarme.
Me explico.

Ayer por la mañana, había quedado con mi fisio particular.
Es una amiga, hetero (una lástima), pero encantadora igualmente.
Al principio todo muy bien... me relaja la espalda... sigue trabajando con las contracturas que, según ella, dice que las tengo repartidas por toda la espalda y a cuál peor... hasta que se me ocurre comentarle que, de vez en cuando, parece que se me encaja la clavícula del lado izquierdo.
Entonces me pone boca arriba y comienza a indagar por mis huesecitos y músculos de mi hombro izquierdo mientras me dice que puede ser por la tensión pectoral (¿pectoral?)... así que allá va ella... a relajarme el pectoral.
¿Y sabéis cómo lo hizo?
Pues me levantó el brazo y... me mete los dedos por el sobaquillo.

LaFisio: Coquí, lo siento, esto es una tortura lo se
Coquí: aaaaaaaaaaaaaaaaaaah, si, lo noto
LF: pero es que tengo que relajarte esto
C: vale, pero creo que te has equivocado de agujero, es mas abajo
LF: jajajaja joder Coquí
C: ai, menos mal que me ducho todas las mañanas antes de salir.
LF: ¬¬
C: oh si nena, oooooooooh ¬¬ duele

Vamos, que para una vez que me toca una mujer... se equivoca de agujero..

Todo esto bajo la mirada de Sari que estaba presente. Sí, sí, allí viendo mis carnes turgentes!!

Agradecimientos a Jei, por su colaboración en el retoque de este post.